Anochecida…

 los que transitaron nos fecundan en matices, gamas, tonos…

colores.

¿Perder la luz?…

 si se abre el corazón todo es comienzo.

Son esos minutos que acallan la luz

sufrimiento, estertor de  vida agonizante

entre la belleza y el  amor surge en su agonía,

preñada y parturienta la paleta de Dios.

Naturaleza licuada, crisol de esperanzas.

Sabiéndonos perdidos,  nos abrimos y sembramos a la vida,

Sanamos la soledad, la amargura, la orfandad.

Liberamos el afecto, y nos entregamos hacia el futuro.

Nos resuenan cercanas lágrimas compartidas, sueños truncados,

ofrendadas  llagas,  esperanza tras la ausencia.…

Ansiamos abrir la amanecida, comenzar desnudos, levantarnos.

Sentidos y certezas compartidos hacia un nuevo encuentro.

 Y a pesar de todo mañana reaparecerás y  seremos esperándote.

 Khortés Magán