Archivo diario: 7 mayo, 2016

elojodeguadix. Edición especial. – Leonor Solans – Jarra de las Gacelas.- Antología de poesía andalusí.

1-Jarra de las Gacelas s. XIV Granada (acuarela sobre papel, 30 x 22 cm)

Una de las ilustraciones, titulada Jarra de las Gacelas, para acompañar la antología de poesía andalusí que tradujo Modest Solans Mur, que será publicada próximamente.

 

poema de ḤAMDA BINT ZIYĀD(1)

Rompieron las lágrimas mi secreto en la vega

 en donde hay huellas evidentes de hermosura:

 allí acequias ciñen cada huerta,

 allí las huertas ciñen cada acequia.

y allí una gacela humana entre otras ciervas

 el corazón me robó cuando la vi desnuda.

Cuando entornados los ojos sobre algo los deja,

 ese algo me desvela y me tortura.

 Cuando hace flotar por su cara las trenzas negras.

 tú ves, en un oscuro cielo, la luna llena:

 como si a la aurora un hermano se le muriera

 y se cubriera en duelo con negras vestiduras.

ḤAMDA BINT ZIYĀ D

Versión de Modest Solans Mur.

El Zoco sin compradores. Poesía de al-Ándalus, siglos XI al XIII

ḤAMDA BINT ZIYĀ D escribió estos versos a orillas del río de Guadix. En este punto parecen estar de acuerdo todos los autores y antólogos. Que era culta, hermosa, hija de un profesor de literatura y habitante de Badi, uno de los distritos de la ciudad de Guadix, y que era conocida también como Ḥamdū na, son cosas fuera de discusión. La cronología sí es contradictoria: Ibn Saʿı̄d le asigna el siglo XII, mientras que los datos biográficos más fiables la sitúan en el siglo X o comienzos del XI.

Este poema es de una rara belleza, además de excepcional por su tema. Para muchos autores es el único ejemplo en toda la literatura árabe de versos en los que se expresa el amor – mejor: el enamoramiento– de una mujer por otra mujer, en el marco de una vega radiante pero íntima como una celosía de huertas y acequias entretejidas. Publicado en versión bilingüe en Wadi-as 69 (1989), p. 55; nueva traducción en Wadi-as 93 (1992).


elojodeguadix. Edición especial. –Antonio Beas – Me senté a pensarte – poema

1-DSCN6259

Me senté a pensarte.

 

Tenue luz ilumina un papel

Música lejana me acerca a ti

Un cigarro acaricia un cenicero frio

Mi cuerpo aplomado  se siente pesado.

Es ahora, en el silencio de la noche

Cuando las palabras se hacen más sencillas.

Me senté a pensarte

Percibo tu miedo, se siente tu fuerza

Fluye sirena hacia océanos de paz

Recogiendo lo imprescindible de tu naufragio

No me iré mientras quiera la vida

Caminare junto a ti mientras se desvela mi destino.

Me senté a pensarte.


elojodeguadix. Edición especial. –Carmen Hernández Montalbán – Tres poemas inéditos‏

1-IMG_2120

THREE, TWO, ONE…LAUNCH!

Se derrama el sol como un limón

sobre los cristales fríos

de un invernadero,

sueñan los crisantemos

con el rumor a miel

de las abejas.

Fuera, el cielo ya no recuerda el azul,

desde que la ciudad, crónica, fuma.

Y los pájaros vuelan confundidos sin destino,

pues han perdido los planos

de las rutas migratorias.

La tierra, despechada,

se agrieta,

ya no recibe el beso bendecido

de la lluvia.

Anochece,

arriba, el hombre,

en una demencial quimera,

busca vida en el espacio,

agotando en el empeño

un arsenal de recursos.

Mientras tanto,

cae la cordura en picado

sin amortiguar el golpe.

 1-DSCN5174-003

CANCIÓN DE ARROJO

No hay distancia que no pueda salvar un puente,

ni sombra negra que no espante la risa clara de un niño.

Que con un soplo de ánimo,

las esporas de la vida danzarán en espiral,

desafiantes, altivas, contra todo desaliento.

Los augures del fracaso verán podados sus juicios

y los que urden desgracias verán segados sus hilos.

1-DSCN5286

WONDERLAND

Perdida en un mundo increíble

tan sorprendente como verosímil,

fábrica de retales de sueños,

desechos del subconsciente,

donde la odisea de la realidad deja sus huellas.

Un cruce de caminos

desde donde parten las letras,

liliputienses de tinta

viajando hacia mil destinos.

Desde La Mancha a Macondo

me detuve en mil recodos,

sin escudo ni rocín,

cabalgué sobrecogida.

Frente al pelotón de fusilamiento

desperté al pasar la página.

de todo ocurrió en aquel lugar

de cuyo nombre no quiero acordarme.